La persona que hace uso de la intimidación verbal intenta generar, a través del uso de la palabra, una serie de temores en la persona objeto de intimidación. Abogados, empresas rivales, empleadores, jefes... utilizan una intimidación no física y no violenta que se hace cada vez más sutil e incluso "educada", pero psicológicamente efectiva. Incluso esta puede darse entre compañeros que intentan acaparar la imagen de un aparente liderazgo que se ejecuta sobre la base aplastar e intimidar a los demás.